sábado, 14 de diciembre de 2013

El séptimo arte, el Teatro Rex en Milagro

El séptimo arte, tuvo sus inicios en la ciudad de Milagro, gracias a Humberto Vittorio Centanaro Montepagano, uno de los pioneros que invirtió en la industria del cine en nuestra ciudad. “El cine educa las masas, el alcohol embrutece el cerebro”  a viva voz se escuchaba esta frase de Don Humberto, en los exteriores de uno de los primeros cines de la década de los 40 en el cantón,  el Teatro Rex, el mismo que se encontraba ubicado en las calles García Moreno entre Bolívar y Pedro Carbo de esta ciudad.
El 20 de octubre de 1942, Humberto Centanaro adquiere los derechos del bien inmueble ubicado en la calle García Moreno, denominado Teatro Valdez, un equipo triple completo de proyección de películas, perteneciente a Sabino Hernández, Emilio Morgner  y Francisco Sparovich.
Centanaro invierte en esta industria, que pronto sería uno de los negocios más rentables, puesto que en aquella época era el único y contribuyó al desarrollo de la ciudad, al cual lo denominó Teatro Rex, que en latín significa Rey.
Centanaro fue un personaje con raíces italianas, quien a su temprana edad llegó a Milagro, y se radicó en esta tierra.
El Teatro Rex poseía una capacidad aproximadamente para unas 800 personas, dividido en galería y platea, albergaba a todos los milagreños que buscaban entretenimiento, sin importar su condición económica y es que el costo del boleto a luneta era de 3 sucres y a galería 1,50 sucres.
El séptimo arte tenía gran acogida en la ciudad de Milagro, comenta uno de los hijos de Don Humberto, el Lcdo. Roberto Centanaro Sotomayor, quien vino a esta ciudad a los 15 años y recuerda aquellos época en que ayudaba a su padre, “todos los días habían 3 funciones diarias, películas del cine mexicano, americano que se proyectaban en el teatro. Además es necesario indicar que en dichas salas se presentaban espectáculos de artistas internacionales tales como: Las Dolly Sister, Yolanda Montez “Tongolele”,  por repetidas ocasiones comenta el hijo de “Don Chenta” así lo llamaban varios de sus amigos más cercanos a Don Humberto.
Durante Semana Santa, el teatro era abarrotado de gente, la proyección exitosa era “Vida, pasión y muerte de nuestro señor JesusCristo”, los milagreños se daban cita al teatro donde observaban el film que duraba aproximadamente una hora.
Las salas del teatro también recibían a los alumnos de las diferentes escuelas de Milagro, quienes pagaban un valor mínimo, e iban dirigidos por sus maestros.
“Las cintas de las películas venían en cajas metálicas, las traíamos de la ciudad de Guayaquil, uno de nuestros distribuidores era Pelimex, el Sr. Francisco Puig” comenta el hijo de Don Humberto.
Lamentablemente con la aparición del Betamax, el cine fue perdiendo la acogida que tenía, y fue hasta 1975 que el Teatro Rex funcionó en Milagro, después de 33 años, las luces del cine se apagaron. Más adelante otros empresarios tomaron la posta del celuloide en todo el país.

Función de un domingo cualquiera de 1956, gran cantidad de personas llenaron
 el aforo del antiguo,  recordado e histórico teatro y cine Rex, propiedad de la familia Centanaro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario