El
séptimo arte, tuvo sus inicios en la ciudad de Milagro, gracias a Humberto
Vittorio Centanaro Montepagano, uno de los pioneros que invirtió en la
industria del cine en nuestra ciudad. “El cine educa las masas, el alcohol
embrutece el cerebro” a viva voz se
escuchaba esta frase de Don Humberto, en los exteriores de uno de los primeros
cines de la década de los 40 en el cantón, el Teatro Rex, el mismo que se encontraba
ubicado en las calles García Moreno entre Bolívar y Pedro Carbo de esta ciudad.
El
20 de octubre de 1942, Humberto Centanaro adquiere los derechos del bien
inmueble ubicado en la calle García Moreno, denominado Teatro Valdez, un equipo
triple completo de proyección de películas, perteneciente a Sabino Hernández,
Emilio Morgner y Francisco Sparovich.
Centanaro
invierte en esta industria, que pronto sería uno de los negocios más rentables,
puesto que en aquella época era el único y contribuyó al desarrollo
de la ciudad, al cual lo denominó Teatro Rex, que en latín significa Rey.
Centanaro
fue un personaje con raíces italianas, quien a su temprana edad llegó a
Milagro, y se radicó en esta tierra.
El
Teatro Rex poseía una capacidad aproximadamente para unas 800 personas,
dividido en galería y platea, albergaba a todos los milagreños que buscaban
entretenimiento, sin importar su condición económica y es que el costo del
boleto a luneta era de 3 sucres y a galería 1,50 sucres.
El
séptimo arte tenía gran acogida en la ciudad de Milagro, comenta uno de los
hijos de Don Humberto, el Lcdo. Roberto Centanaro Sotomayor, quien vino a esta
ciudad a los 15 años y recuerda aquellos época en que ayudaba a su padre, “todos
los días habían 3 funciones diarias, películas del cine mexicano, americano que
se proyectaban en el teatro. Además es necesario indicar que en dichas salas se
presentaban espectáculos de artistas internacionales tales como: Las Dolly
Sister, Yolanda Montez “Tongolele”, por
repetidas ocasiones comenta el hijo de “Don Chenta” así lo llamaban varios de
sus amigos más cercanos a Don Humberto.
Durante
Semana Santa, el teatro era abarrotado de gente, la proyección exitosa era
“Vida, pasión y muerte de nuestro señor JesusCristo”, los milagreños se daban
cita al teatro donde observaban el film que duraba aproximadamente una hora.
Las
salas del teatro también recibían a los alumnos de las diferentes escuelas de
Milagro, quienes pagaban un valor mínimo, e iban dirigidos por sus maestros.
“Las cintas de las películas venían en cajas
metálicas, las traíamos de la ciudad de Guayaquil, uno de nuestros
distribuidores era Pelimex, el Sr. Francisco Puig” comenta el hijo de Don
Humberto.
Lamentablemente
con la aparición del Betamax, el cine fue perdiendo la acogida que tenía, y fue
hasta 1975 que el Teatro Rex funcionó en Milagro, después de 33 años, las luces
del cine se apagaron. Más adelante otros empresarios tomaron la posta del
celuloide en todo el país.
Función de un domingo cualquiera de 1956, gran cantidad de personas llenaron el aforo del antiguo, recordado e histórico teatro y cine Rex, propiedad de la familia Centanaro. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario