martes, 20 de octubre de 2015

Mezcla accidental de químicos puso en riesgo a personal del IESS




La mañana del martes 20 de octubre se vio alterada la tranquilidad de las calles Pedro Carbo y Juan Montalvo cuando en el edificio del IESS  personal que realizaba la limpieza accidentalmente por desconocimiento  mezcló cloro con ácido corrosivo provocando un riesgo químico por inhalación, mezcla que genera gases mortales altamente dañinos para las vías respiratorias y corrosivo por lo cual elementos de la Empresa Pública de Bomberos  acudieron al lugar  evacuando al personal de la institución como personas que transitaban por el sector a esa hora.
La persona encargada de la limpieza fue la más afectada por la inhalación de este químico recibiendo atención médica.  Hubo que esperar aproximadamente dos horas para retomar las labores en la institución. El oficial Carlos Zúñiga de la institución bomberil expresó que trataron el tema ventilando carbón activado y que en caso de cualquier eventualidad o emergencia estaban prestos al auxilio.
Un testigo del hecho expresó que percibir esos gases provocaba ardor e irritación en la garganta.
Hasta el lugar acudieron ambulancias, unidades de rescate y se sumaron personal de otras entidades para mantener el orden.
“Cuando hay mal manejo de productos químicos, uno está expuesto a cualquier situación, es lo mismo que se debe tener en cuenta con todos los productos químicos que se usan para limpiar y sobre todo mantenerlos rotulados, expresó el Director de Ambiente del GAD Municipal.
El Dr Renatto Centanaro Vela, manifestó que el uso estosagentes corrosivos se lo debe hacer con responsabilidad y conocimiento sobre las consecuencias por el mal manejo, observando instrucciones y antídotos incluso, lamentablemente existe una libre venta en nuestro medio.
Al mezclar lejía o cloro  con un ácido (como por ejemplo vinagre, algunos limpiacristales, detergentes y enjuagues para lavavajillas automáticas, limpiadores de inodoros) se produce gas de cloro. Este gas es sumamente tóxico para el ser humano que fue utilizado durante la Primera y Segunda Guerra Mundial como arma química. La exposición al gas de cloro, incluso a bajos niveles, casi siempre irrita las membranas mucosas (ojos, garganta y nariz) y causa tos, problemas respiratorios, ojos llorosos y con ardor y goteo nasal. Niveles más altos de exposición pueden causar dolor en el pecho, problemas respiratorios graves, vómitos, neumonía y líquido en los pulmones incluso la muerte,  hace referencia el sitio web Ecodiva.
Casos fatales como estos ya se han registrado en nuestra ciudad. Todo químico debe preservarse en su envase original, y rotularse como peligro, jamàs debe estar al alcance de los niños y su uso debe ser cauteloso manifestó el Dr. Centanaro.




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