La mañana del martes 20 de
octubre se vio alterada la tranquilidad de las calles Pedro Carbo y Juan
Montalvo cuando en el edificio del IESS
personal que realizaba la limpieza accidentalmente por desconocimiento mezcló cloro con ácido corrosivo provocando
un riesgo químico por inhalación, mezcla que genera gases mortales altamente
dañinos para las vías respiratorias y corrosivo por lo cual elementos de la
Empresa Pública de Bomberos acudieron al
lugar evacuando al personal de la
institución como personas que transitaban por el sector a esa hora.
La persona encargada de la
limpieza fue la más afectada por la inhalación de este químico recibiendo
atención médica. Hubo que esperar
aproximadamente dos horas para retomar las labores en la institución. El oficial
Carlos Zúñiga de la institución bomberil expresó que trataron el tema
ventilando carbón activado y que en caso de cualquier eventualidad o emergencia
estaban prestos al auxilio.
Un testigo del hecho
expresó que percibir esos gases provocaba ardor e irritación en la garganta.
Hasta el lugar acudieron
ambulancias, unidades de rescate y se sumaron personal de otras entidades para
mantener el orden.
“Cuando hay mal manejo de
productos químicos, uno está expuesto a cualquier situación, es lo mismo que se
debe tener en cuenta con todos los productos químicos que se usan para limpiar
y sobre todo mantenerlos rotulados, expresó el Director de Ambiente del GAD
Municipal.
El Dr Renatto Centanaro
Vela, manifestó que el uso estosagentes corrosivos se lo debe hacer con
responsabilidad y conocimiento sobre las consecuencias por el mal manejo,
observando instrucciones y antídotos incluso, lamentablemente existe una libre
venta en nuestro medio.
Al mezclar lejía o
cloro con un ácido (como por ejemplo
vinagre, algunos limpiacristales, detergentes y enjuagues para lavavajillas
automáticas, limpiadores de inodoros) se produce gas de cloro. Este gas es
sumamente tóxico para el ser humano que fue utilizado durante la Primera y
Segunda Guerra Mundial como arma química. La exposición al gas de cloro,
incluso a bajos niveles, casi siempre irrita las membranas mucosas (ojos,
garganta y nariz) y causa tos, problemas respiratorios, ojos llorosos y con
ardor y goteo nasal. Niveles más altos de exposición pueden causar dolor en el pecho,
problemas respiratorios graves, vómitos, neumonía y líquido en los pulmones
incluso la muerte, hace referencia el
sitio web Ecodiva.
Casos fatales como estos ya
se han registrado en nuestra ciudad. Todo químico debe preservarse en su envase
original, y rotularse como peligro, jamàs debe estar al alcance de los niños y
su uso debe ser cauteloso manifestó el Dr. Centanaro.
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